¿Son perjudiciales los conservadores de alimentos?

En la actualidad existen cada vez más movimientos que están en contra de muchos productos de origen químico, desde los medicamentos y las vacunas, hasta los aditivos alimenticios, como los colorantes y los conservadores. Por estos motivos, hay gente que opta por productos cien por ciento libres de conservadores de alimentos, sin saber que aunque sean productos totalmente naturales, pueden poner en riesgo su salud, además que son más costosos y tienen una menor vida útil.

Todos los productos que encuentran en tiendas y supermercados que están empacados o son procesados cuentan con una fecha de caducidad, la cual indica la vida útil de los alimentos, es decir, el periodo en que es seguro consumirlo. Hoy en día, gran parte de los productos alimenticios utilizan ciertos conservadores para alargar estas fechas de vencimiento y que puedan permanecer en perfecto estado y con buena apariencia en las estanterías. Esto lleva a una pregunta que miles de personas se hacen ¿Son buenos o malos para la salud?

Para responder esta pregunta, primero se debe conocer cuáles son los procesos que estropean la comida y que pueden afectar la salud. Existen dos factores principales que causan un rápido deterioro de los alimentos: los microorganismos y la oxidación. Por ejemplo, pueden comprar una fruta en el mercado local, que puede incluso ser orgánica, pero después de unos días se dan cuenta de que ya no sirve sin que siquiera la hayan probado. Esto pasa con muchos alimentos, como las manzanas y los plátanos que se vuelven marrones, o el pan y la mayonesa que son cubiertos por una capa verde de moho.

Estas reacciones se deben a que los microorganismos, como las bacterias y los hongos, invaden los productos alimenticios para alimentarse de sus nutrientes. Muchos de estos microorganismos son comunes en los alimentos y sin el uso de métodos de conservación y conservadores de alimentos pueden ser causantes de enfermedades graves, tales como el botulismo o la listeria.

Otros microorganismos únicamente aportan características que son desagradables, por lo que evitan un buen consumo de los alimentos, como pueden ser un olor pestilente que se expande por toda su cocina o un aspecto viscoso y mohoso. Los alimentos que son afectados por los microorganismos se suelen desechar, lo que aumenta el nivel de desperdicio de alimentos, además que pueden afectar su economía.

El botulismo es una enfermedad que es poco frecuente en los alimentos que no usan aditivos, pero es muy grave; puede encontrarse en alimentos mal enlatados o que no utilizan conservadores; como las verduras enlatadas en casa, carne de cerdo y jamón curados, el pescado crudo o ahumado, la miel o el jarabe de maíz, las patatas al horno cocinadas en papel aluminio, el zumo de zanahoria, el ajo picado conservado en aceite, entre otros; mientras que la listeria se encuentra en una amplia variedad de alimentos crudos, así como productos procesados hechos con leche no pasteurizada.

La oxidación es el otro proceso que puede afectar a los alimentos, es un cambio químico que sufren todos los alimentos a nivel molecular. El proceso es accionado por las enzimas o los radicales libres, que le dan un color marrón característico de ciertos alimentos, por ejemplo, algunas frutas, como la manzana, el aguacate o los plátanos.

¿Qué son los conservadores de alimentos?

Los conservadores tienen una tarea fundamental, que es el prevenir el deterioro en los alimentos, ya sea los causados por los microorganismos o por la oxidación, puesto que no sólo evita que las bacterias y los hongos se reproduzcan y que las frutas se vuelvan oscuras, también preservan el sabor y los nutrientes de los alimentos horneados, al evitar que las grasas y los aceites se vuelvan rancios; controlan el equilibrio entre acidez y alcalinidad de los alimentos y mejoran su aspecto en los anaqueles.

Aunque, como mencionamos al inicio, estos beneficios no evitan que haya cierta preocupación acerca de los ingredientes artificiales que se les añaden a los alimentos para conservarlos y sus posibles efectos secundarios. Todos los países cuentan con organismo gubernamentales que regulan e investigan el uso de los conservadores, en Estados Unidos de América es la FDA, que sirve como referente a nivel mundial, y en México es la COFEPRIS.

Estos organismos han determinado que conservadores son seguros y cuáles son seguros cuando se consumen debajo de ciertas cantidades, así como han retirado aquellos que pueden representar un riesgo para la salud. Algunos conservadores para los cuales se han establecido regulaciones de uso son el BHA o hidroxianisol butilado, que son aditivos para preservar las grasas y es utilizado desde en panes hasta en medicamentos. Si son consumidos en grandes cantidades, pueden llegar a ser tóxicos.

También están los nitratos, que son sustancias químicas que se encuentran de manera natural en los vegetales de hortaliza y son utilizados para conservar los alimentos cárnicos procesados. En estos casos se usan productos sintetizados artificialmente, que en exceso pueden producir algunas enfermedades. Es por ello que, en el caso de estos aditivos, se debe monitorear la cantidad que se consume en su dieta, para no superar las cantidades recomendadas.

Fuera de esas limitaciones de consumo, los conservadores son totalmente necesarios e imprescindibles para que se pueda disponer de alimentos que seguros de consumir por largos periodos. Las legislaciones actuales para la regulación de estos aditivos hacen que las empresas utilicen únicamente aquellos que son seguros y en cantidades mínimas, que no tienen efectos secundarios en los seres humanos, es decir que no son nocivos para la salud.

Cuando existe un buen uso de los conservadores de alimentos por parte de las empresas, estos se convierten en grandes aliados. El motivo por el que aún existan detractores en cuanto a su uso es que existen ciertos grupos poblacionales que son muy sensibles, pero pasa lo mismo con muchos productos, desde medicamentos como la penicilina, hasta alimentos naturales como las nueces.

Las personas que son sensibles a los conservadores pueden presentar ciertas alergias o reacciones a estos, e incluso existe la posibilidad de que presenten efectos secundarios si los consumen en grandes cantidades, pero es muy pequeño el porcentaje de personas que forma parte de ese grupo. Si se eliminara el uso de los conservadores, los alimentos serían aún más nocivos para la mayoría de la población, y se podrían aumentar los casos de enfermedades como el botulismo.

En DVA estamos conscientes de la importancia de los conservadores de alimentos para la industria alimenticia, es por ello por lo que ponemos a su disposición una amplia variedad de estos aditivos, de la más alta calidad y que han pasado por todos los procesos regulatorios para su uso seguro. Pueden consultar nuestro catálogo de aditivos en nuestro sitio web o comunicarse con nosotros para pedidos o más información.